¡ Nunca máis!
Que los mirlos sigan
siendo negros.
Que mantengan su
color azabache mis playas isleñas,
negras hijas del fuego y de los mares
azules.
Que las mareas
vuelvan a mancharse
solamente
de sueños y espuma.
Que sonría de nuevo
la mirada
del
niño entristecido
que
quiere que lo llamen marinero.
Que retorne su madre
a buscar el marisco
cuando
bajan las aguas a encontrar otros mares.
Que su padre trabaje
en la mar
sin
mancharse las manos de pecados ajenos.
Que no vuelvan los mares a teñirse de negro
nunca
más...
¡Nunca máis!
© Francisco Suárez Trénor