La secta (9 de octubre de 2008)

 

¿Ustedes se imaginan que cada semana yo escribiera el siguiente párrafo en esta columna y que además lo repitiera durante un año?  ¿Me seguirían leyendo?

 

Minuto veintitrés. Sí ¿no? A ver. Arriba no. Otro de la cantera. Numero 8. Partido que dio la secta. No le vio, no le vio. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Minuto y resultado. Solo. Claro, Sabina que ventajista eres. Mira, mira. Balón dentro, qué bien, me río ¿Eh? No me digas. Cuidado ¿Eh? El partido esta abierto, abierto al mundo. Sí, Sabina me has cortado. Ya queda menos, que viene, que viene, que viene Obama. Mira, mira, mira, Navas con el balón. Sí, sí. Yo creo que nada. Sí. Atención a Maresca. Lo va a poner en juego. Ahí, ahí, ahí. Lo va a poner en juego. Hasta el 2011. Veinticinco millones, eso no es nada, ¿Qué es eso, qué es eso? A la banda, a la banda, Se quiere ir. ¿Qué es lo que has querido hacer? Por Dios, Luís Fabiano ¿Qué es lo que has querido hacer? Lo hemos visto. Sí, sí, sí, eso es. ¿Estas moscatel? ¿También? Mi memoria es frágil pero el próximo sábado estaremos en el olímpico de Monjuich. La vida puede ser maravillosa en la secta. Sí pero es que está. ¿Del Atletic? ¿Y eso? Sí, sí, te lo digo yo. A ver ¿qué pasa? Mira estoy viendo el calendario. Sí, sí, sí el próximo domingo en el Calderón. Algo se mueve al sur de la ciudad. ¿Sabes lo que quiero decir? Los tiempos están cambiando. Y nosotros también llevamos la razón llamando mentiroso a Pinocho. Ya se va. Veinticinco de la segunda parte, esto es la secta. ¿Quién no la conoce? Tiquitaca. Balón para el portero. Ahí tenemos. Tarjeta. Un montón de tarjetas. ¿No? Seis y dos. Cómo esta el patio, sí señor. La respuesta esta en la secta. Dylan decía en los años sesenta que la respuesta esta en el tiempo. Sabina que no me haces caso. ¿Cuantas veces te he dicho que el futuro tiene nombre de mujer? Veintisiete minutos. Próximo domingo en el Calderón y el sábado Valencia-Depor. Sí. Como me gusta la paella, Sabina, y la horchata, cuidado, buenos sitios para comer arrocito. Cucurrúcucu, Sabina, cucurrúcucu.

 

Pues en las retransmisiones de fútbol de nuestras televisivas ondas hay quien se gana la vida repitiéndolo semana tras semana. Personalmente, cuando esto ocurre, prefiero quitar el sonido de mi televisor y ver solamente las imágenes o, cuando el partido lo emiten simultáneamente en la autonómica -que en esa duplicidad se gasta nuestro dinero, lo cual también es delito- escuchar a Pier y a Alexis, que al menos intentan aclarar lo que ocurre en el campo de juego y no convertirse en las estrellas de la emisión.

 

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© Francisco Suárez Trénor