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VIII Sencillamente
agua se me antoja tu sombra tras
haberte buscado en
campos, en silencios, en la
orilla del mar, en la
cumbre más alta, en las
calles estrechas, en
amplias avenidas. Sencillamente
agua que mis
manos no abarcan. Sencillamente
agua. Primera edición agotada * * * * * |
* * * * * Si es que despierta el alba |
Ya mi patria
es el tiempo I Poemas de los
fantasmas y las piedras Atardecer Camino de Las Torres. Nubes del atardecer. Alguien, en el cielo, planchaba la ropa blanca. Su plancha de hierro sobre las brasas. Cirros y cúmulos se tornaban rosáceos entre
las luces del crepúsculo y los reflejos blancos de algún lejano rayo. A lo lejos, las casas de Castropol se
anaranjaban. En el atajo, las luciérnagas, al vernos comenzaban a encenderse, y al volver al camino los brazos abiertos de la Cruz del Cobo nos protegían hasta que, en la penumbra, divisábamos la tenue bombilla de la portería. II Poemas de NYC Bitter End Dereck
Thomas, un chico como tantos otros vivía
la vida día a día. Amaba
a Katy Gunn en secreto y
trabajaba en una aseguradora, pero
soñaba con transportar mercancías en su
propio camión. Le
gustaba la música y no
era raro verlo en el Bitter End cuando
tenía dinero. Lizzane Knott y Tina Shaffer eran
sus cantantes preferidas y,
por supuesto, también Katy Gunn. Una
noche como cualquier otra, al salir
del local, un camión asesino aplastó
a Derek contra el suelo entre
Bleecker street y West
Houston. Ningún
seguro cubrió su defunción, nadie
lo echa de menos en el Bitter End, ni
lo hace, por supuesto, Katy Gunn. III Poemas de los árboles añosos Una cereza por
las nubes ¿Y los laberintos de aquel atardecer? ¿Y la
interrogación de tu mirada? ¿Y el labio que aceptaba la caricia? ¿Y la calidez de tu boca entreabierta? ¿Y las estrellas de aquella azotea? ¿Y el aire compartido de aquel cuarto alquilado? ¿Y el baile al ritmo de la música filtrada a
través de infinitas paredes? ¿Y la conversación casi inaudible en la noche? ¿Y el lento deslizarse de mi mano en tu piel? ¿Y tu pelo ensortijado
entre mis dedos? ¿Y el perder la cabeza buscando una cereza por
las nubes de tela? ¿Y aquel llegar al último destino y penetrar? ¿Y tu sonrisa de diosa
saciada? ¿Y los desasosegantes sueños de la duermevela? ¿Y la simplicidad de la mañana? Y de pronto, el abismo I Poemas del árbol Blanco I Ya lo dirá la luz. Sólo la luz Manuel Padorno Era tal vez la noche. Caminábamos juntos por la orilla bajo la luz tan clara, tan sin sombra, del árbol blanco. Yo en silencio intentaba escucharte mas ya
no era tu voz sino la blanca luz la que me hablaba. II Poemas de la incertidumbre I Todo es incierto: isla, espacio, ciudad, palabra, mente. ¿Es esta incertidumbre invasora de todo lo que soy quien da sentido a cuanto me rodea? Sólo soy dueño de la evidencia de lo incierto. III Poemas de la Desesperanza IV Sé que una blanca luz, apenas un destello, alumbrará mi paso a las
tinieblas. ¿Es el mismo vacio que soñábamos juntos. |
Seis
razones para leer Si es que despierta
el alba Pretexto para despertar el Alba Presentación en la Feria del Libro
(Video) Presentación en Figueras
(Asturias)(Video) * * * * * |
Danzan
los peces (Marta Suárez Muñoz-Reja y
Francisco Suárez Trenor) Llueve sobre la mar. Agua sobre agua. Los peces continúan su danza. (F) Entre nuestros pasos da brincos tu risa. No sueltes mi mano. (M) Campos de girasoles, ¡cuánta atención recibes gran astro! (M) Luna llena. ¿Riela mi sombra cuando miras al mar?(F) * * * * * Poemas Sueltos La muchacha de los ojos color de uva A MaLena Muchacha, esos ojos
del color de la uva, ese aroma de
menta y hierbabuena, esa sonrisa tuya, el aire de
membrillos y guayabas que envuelve
tu mirada, ese aroma,
ese color, ese aire ¿Dónde los guardas
cuando estás dormida? Otros poemas sueltos: Arshole. La muerte momentánea de un poeta Tus ochocienteos besos
(Video) |