Mis Premios Canarias (18 de marzo de 2011)

 

En esta noche de piñata en la que escribo un tanto confuso entre el bullicio del carnaval que se disfruta en las mismas puertas de mi casa –y que nunca me ha molestado- y las noticias procedentes de un Japón arrasado por el terremoto y el tsunami, me llega a través de la edición digital de este periódico la noticia de la concesión del Premio Canarias de Patrimonio Histórico a Antonio Tejera Gaspar y la alegría me ha hecho sentarme delante del ordenador y, tras enviarle mi felicitación a través del correo electrónico, escribir estas líneas que están ustedes leyendo.

Y es que esta concesión me ha hecho olvidarme de algunos prejuicios más o menos fundados en lo que referente a estos premios y, en general a cualquier tipo de galardones, cuyas razones no vienen al caso, por el hecho importante de que esta ocasión se reconoce oficialmente el trabajo honesto de toda una vida a alguien que, como Antonio, ha destacado, sin grandilocuencias ni aspavientos, en la investigación de nuestros ancestros y en la búsqueda objetiva de nuestros signos de identidad.

Personalmente conozco a pocos galardonados con el Premio Canarias –Rafael Arozarena, Trino Garriga, Lucio Díaz-Flores- y pienso que todos ellos se han merecido, por su actitud vital y por su trayectoria profesional, ese reconocimiento. A todos les une, además del premio, una cualidad que les podría definir: la humildad, el no sobrevalorar su propio quehacer con pedantería o mirando por encima del hombro a los demás, y también la perseverancia, el hecho de trabajar de forma incansable en aquello en lo que creen. Todos ellos han sido generosos con los compañeros que les han rodeado y se han sabido ganar el cariño y la admiración de sus coetáneos.

Tengo la seguridad, para terminar, de que, por estas mismas razones, este premio no influirá en la asistencia de Antonio a la cena anual de alumnos del Instituto de Santa Cruz que celebramos cada mes de noviembre, como les conté hace unos meses en una columna titulada Cenas Prenavideñas, acto al que Antonio acude cada año a contarnos las novedades de nuestra prehistoria y, por supuesto, a hacernos disfrutar de su amistad sincera y desinteresada. Y espero también que entre los que acuden a ella caiga pronto al menos otro Premio Canarias, como ya empieza a rumorearse. Les contaré.

 

@Francisco Suárez Trénor

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